vendredi, avril 27, 2007

L’Empire des signes

(Un Japon qui n’en est pas)

You may think that this is a silly post… and it may be. I’ve just seen for the fourth or fifth time Lost in Translation (2003) by Sofia Coppola. It gave me again — though every time is different — that feeling of transport, calm emptiness or joyful melancholy (a strange or rather domestic elation) that should be what Natalia defines as “that sticky feeling” — an encounter with the work of art. But, as M.B. did for infinitely more important reasons, “I would not try to explain this feeling.”

What’s then with the untranslatable, with the secret — the thing we understand but, as is never uttered, cannot be translated. Is it ever lost?

We can’t — could we? — lose what we don’t have.

One would posses the experience of the hiding — we recognise the gesture of the secret being told — but the hidden thing itself remains unattainable and, therefore, it cannot be possessed, nor lost. Then, could it ever be translated?




Ciudad de México 20070427 0220 - 9 Iyyar 5767

4 commentaires:

Anita Iruretagoyena a dit…

Un comentario verdaderamente silly:

Recuerdo la primera vez que vi esa película. Creo que pensé cosas muy similares y sentí un sentimiento parecido al que dices...
Cosa que me recuerda a la engimática rola de los ochentas, que también hablaba de un sentimiento "funny feeling":
Chiquetere teteteteteré.
Chiquetere teteteteterá.
Chiquetere teteteteteré.
Chiquetere sipiripapopaububa
¡una verdadera idiotez!
sólo para hacerte reir
jijijiji ya sabes cómo soy
un abrazo grande

Lizette Jacinto a dit…

Wal, qué crees que le dijo él cuando al final se baja del taxi y la persigue??, no sé a mí me intriga mucho. pero, será importante? conocer las palabras más que el gesto?

Besos!

Natalia a dit…

Otra vez quiero comentarte, pero ahí vienes y yo corro, corro. Tú sabes todo lo que esta película me hizo en la cabeza y cómo encuentro maravilloso el no saber el secreto. Me parece que la posibilidad de que el arte esté ahí donde no hay escucha ni mirada es la propuesta más interesante de la Coppola.

Adriuns

JWVM a dit…

No sé por qué no contesté esto antes. Lo contesto ahora porque acabo de ver Marie Antoinette, la 3a película de la Coppola, y ha sido una gran decepción. La fotografía y la dirección de camáras, como siempre, impecables y espléndidas; la actuación de Kirsten Dunst, buena --incluso, a veces, muy buena--; el vestuario ganó un óscar, aunque hay errores frecuentes; pero la historia es caótica y demasiadas veces injustificada. En definitiva no es una buena película, creo que esperábamos mucho más de Sofía Coppola.

En cuanto a la maravillosa Lost in Translation: no, lo importante es justo sólo tener el gesto del secreto, no su contenido; si lo tuviéramos, como público, tendríamos solamente información, pero perderíamos la secrecía --la esencia secreta, de lo secreto-- que incríblemente la escena logra tansmitir. El secreto (lo secreto) afecta a los personajes, pero también al espectador, hace que la historia (the plot) salga más-allá de los límites de la ficción fílmica y afecte al mundo (al espectador). Por este mismo movimiento, en sentido inverso, la fuerza del secreto que salió de la pantalla al mundo, regresa a la película, cuando el secreto --y la angustia por él (la carencia, la ausencia), o el desconcierto-- afectan nuestra interpretación, nuestra lectura.

Este movieviento de vaivén es infinito, y el retrato fílmico de la esencia del secreto sin su contenido circunstancial e inmanante (es decir, el secreto universalizable: "you fill in the blanks") permite una relación hermenéutica con la película que insiste en el abismo de sus cualidades como creación estética.

O al menos eso pienso yo...

Mil saludos tardíos, amigos.