vendredi, mars 30, 2007

Variation on “Thank You”

(Il y aura une belle photo pour accompagner ce texte, je le promets)*

Je suis ici — tout seul d’ailleurs — dans mon autre maison, celle d’en haut, et je voudrais être avec toi. Je n’imagine plus rien sans toi, et le pire c’est que je ne peux que comprendre cette histoire — ses issues nécessaires que maintenant je ne vois qu’inévitables. Je commence, peu à peu, à la voir autrement.

Je profite du fait de secrétie de cette autre langue, la mienne, pour te dire que rien ne se compare au vide que ton absence me laisse.

Pour moi, apprendre — re-prendre — ma solitude d’une bonne fois pour toutes, pour moi faire la paix avec moi-même, payer me dettes… apprendre à devenir. Pour toi, tes propres quêtes et tes propres querelles, je les connais, mais je n’ose pas les dire moi, je nose pas les dire ici. Pour les deux, apprendre enfin la liberté dont nous avons tellement soif, que nous avons perdu dans le chemin et que nous savons, tous deux, que nous ne pourrions jamais apprendre ensemble. (Et c’est ici qu’une suite de paroles que je croyais déjà existantes, déjà-dites, qu’il ne fallait plus que dessiner… je croyais… devient difficile à construire) Je ne voulais pas reconnaître ceci, je pensais pouvoir détruire la réalité, la forcer à changer. Et j’ai déjà une série de bonnes erreurs cueillies dans cette course. Mais il ne me reste qu’accepter et te dire, ici, que je t’aime profondément, que je le veuille ou non… et ce sentiment ne va partir — ne partira

(Sans limite — sans point, ou points —, sans négation de clôture et sans clôture temporaire. Cette parenthèse est la seule limite que je puisse, par obligation, proposer provisoirement... mais ce n’est que la limite de linconnu, qui pourrait être en delais à demeure... je ne veux — ne peux — pas imag(e)iner l’à-venir sans toi.)

Je ne sais si je peux vivre avec ce sentiment, mais que je puisse ou non… je viens de trouver une nouvelle sécurité solide dans lui. J’évite de penser à toi, j’évite de penser à ton absence, j’évite de penser à ce profond besoin… j’éviterai, je jure, de penser à ses pieds et à ce corps qui veulent se projeter vers toi… et tout risquer, une nouvelle fois… puisqu’il paraît que d’une façon ou d’une autre, je ne me exténuerai jamais de tout risquer pour toi once and again.

J’accepte le sentiment, cest tout ce qui est dans mon pouvoir, je serai avec. Merci, tu viens de me faire voir que ce que je ressens est tout aussi fort que toujours, que je t’aime. Merci, je t’aime.




Ciudad de México 20070330 1717 - 11 Nisan 5767


*Comme je l’avais promis le 30 mars, voilà la belle photo. Elle a été prise au mois de mars, le soir (à 18h probablement), à Ciudad Universitaria —au Centro Cultural Universitario, plus exactement— ; c’est une vue du Cerro del Ajusco. Le nom de la photo (celle-ci en a un) est : Home Seen From Home (ou la Terre vue de la Mer). La dédicace est pour N, mais elle le sait déjà. Beaucoup de choses se sont passées depuis le mois de mars… comme d’habitude.




Ciudad de México 20070601 0051 - 15 Sivan 5767

jeudi, mars 29, 2007

Houston

Tu drama personal y tratas de seguir. Concéntrate, tienes compromisos, tienes metas y aunque parezca que se desdibujan ante la desdicha y la soledad, tratas de seguir. Cumples con viejas obligaciones e, incluso, conviertes tus actos en acciones políticas y participas en otras actividades afirmativas de aquellas convicciones aunque las encuentres vacías y desesperanzadas —completamente desatradas, en el peor sentido, desastrosas. Dudas de aquellas sólidas seguridades y, finalmente, te entregas al error como escapatoria. Uno tras otro, tímidamente, medio error, dos errores… cazando al error perfecto. ¡Recuperar todo el placer en la carrera de la búsqueda suicida!

Pero de repente, la verdadera tragedia se asoma. Un desastre humano y cercano. La amenaza de la cálida ausencia esperada que recuerda que habrá otras por venir. La angustia de los cercanos —de los muy cercanos— que se extiende como onda expansiva, que tiene rostro, peso, tamaño y que existe (y que tiene temperatura, sobretodo tiene temperatura). Existe tanto que rebasa tu ridículo sufrimiento autocomplaciente, que te rebasa… que rebalsa la soledad aparente que temías, y, amenaza con unirte a los que amas en una marejada de dolor. Ruego a Dios que nada más suceda.

Tenemos un problema…




Ciudad de México 20070329 2301 - 11 Nisan 5767

vendredi, mars 23, 2007

J’ai rêvé de toi

Fui a dormir esta mañana (sí, esta mañana) como a las 6h30 o 7h, después de una noche completa revisando una traducción. Creo que me acosté con hambre, pero ya me había lavado los dientes y, curioso en mí, el hambre no era entonces mi mayor urgencia. Terminé por irme a la cama. A pesar del cansancio y del definitivo estado de somnolencia en que me encontraba no me fue fácil conciliar el sueño; dormitaba un rato y despertaba al poco tiempo en un sobresalto.

Creo que fue así como llegué al restorán. Hice algunos esfuerzos por memorizar su nombre. Ahora creo que se llamaba Aramburu o Arámburo porque cuando empecé a entender el tipo de “negocio” que era pensé que hubiera sido más lógico que se llamara Peh Nam Bhuro… No recuerdo ni la entrada al lugar ni la recepción que debieron haberme dado. Borroso, en mi memoria, sólo me veo caminando hacia una mesa siguiendo a una mesera vestida de rosa —de un curioso tono de rosa— que llevaba un mandil blanco. De hecho, todo el lugar era rosa, había cortinas, pilares de piedra (tal vez de un mármol rosa veteado de negro), manteles. Al fondo, entre sombras, se veían las paredes más bien rojizas. El techo y todos los adornos del lugar eran dorados y el aire estaba tibio. Creo que olía a algo, quedaría bien si dijera ahora que era un aroma a especias pero, en realidad, ya lo he olvidado. Me senté. La mesera puso una servilleta blanca sobre mi mantel rosa y se fue sin decir palabra. Yo tenía mucha hambre.

— ¿A qué hora traen aquí el menú?

No sé de donde apareció un plano del lugar. Al centro de uno de los lados cortos de la construcción con disposición rectangular, la puerta —pequeñísima— flanqueada por muros masivos que se doblaban en escaleras y torres muy adornadas. Por dentro, una serie de pasillos concéntricos penetraban en las gruesas paredes que aislaban los espacios interiores. En los planos, en blanco y negro, el frente de la construcción daba a un atrio tachonado con círculos grises, como delgadas venas de carbón brillante en el papel gastado. De inmediato recordé el parque nebuloso y húmedo, el aire gris y las plantas de verde oscuro e intenso. ¿Campos Elíseos? ¿Emilio Castelar? Hiedras, troncos, rocío. El aire helado y limpio de la mañana que lastima y libera el respirar.

Era pesado y ya casi caliente dentro (había olvidado decir que el salón en que me encontraba era completamente circular, con un techo muy alto que no alcanzaba a ver porque mi mesa estaba casi completamente cubierta por un plafón más bajo… y rosa). Ceremoniosamente, regresa mi mesera a mi mente y puedo fijarme en ella. La cara redonda, bonachona y oscura; ya una señora pero no podría calcular su edad. Más una tía que una madre, con una cara conocida de pelo negro y lacio, que parecía haber sido cortado de un solo tijeretazo contundente, cayendo a los lados. Además de eso, sólo recuerdo que era muy blanco el blanco de sus ojos. Entendí que iba a colocar algo en la mesa y extendí mi mano en un movimiento automático. Algo se iba a partir en su expresión, su sonrisa se cuajó, me miraba fijamente. Sentí polvo y calor en mi mano, como una tela pesada. La mujer se rió con descaro cuando me di cuenta de que era pan lo que me había dado. Era anaranjado, o color de harina cruda... ¡No, era más bien rosa! como un costalito con trozos naranjas y relleno de algo. Yo empecé a comerlo mientras la mesera colocaba ahora una botella descomunal con un vino muy oscuro dentro, adornada con letras redondas —casi círculos. Traté de detenerla,

— No, gracias. No la quiero.

— Ya está incluida… o ¿no va usted a quedarse? — Ya en mi negativa, ella había adivinado algo más de lo que he dicho hasta ahora.

— Entonces, ¿no hay menú?

— No. No hay carta, aquí todos comen el mismo menú. — Dijo mirando a su alrededor el salón completamente vacío.

— ¿Y cuánto cuesta?

— Cinco mil — fue su respuesta. Y anticipando la siguiente pregunta, continuó — Es abundante, pero lo más caro es el veneno. Lo sirven a todos por igual, es que tienen demasiado. Tarda en actuar después del pato, las sopas y las tartas; se supone que las láminas de oro protegen el estómago, pero yo he visto que funciona sólo la mitad de las veces. No vaya usted a creer que son las hojitas de oro las que definen el precio. Es el veneno. Lo malo es que para cuando hace efecto ya se han ido de aquí, y ya no podemos ayudarles. ¿Va usted a quedarse? — El pan de crepa se me estaba fundiendo en los dedos. Sin pensarlo escarbé con dientes y lengua en mi mano desnuda unas dos o tres veces y boté el resto.

Me levanté. Tenía los ojos sucios y la garganta seca; llegué directamente a la cocina, dispuesto a comer lo primero que encontrara.





Ciudad de México 20070323 1931 - 5 Nisan 5767

mardi, mars 20, 2007

Variación sobre “Fast As You Can”

« I let the beast in too soon
I don’t know how to live
Without my hand on its throat
I fight it always and still

Oh darling, it’s so sweet
You think you know how crazy
How crazy I am

You say you don’t spook easy
But
I know that you do, you will
And wi
ll go

Fast as you can, baby
Run-free yourself of me
Fast as you can

I may be soft in your palm
But I’ll soon grow hungry for a fight, and I will not let you win
My mouth will frame the phrases that will disprove faith in men
So if you catch me trying to find my way into your heart from under your skin

Fast as you can, baby
Scratch me out, free yourself
Fast as you can
Fast as you can
Baby scratch me out, free yourself
Fast as you can

Sometimes my mind don’t shake and shift
But most of the time, it does
And I get to the place where I’m begging for a lift
Or I’ll drown in the “wonders” and the “was”

And I’ll be yours, if you say it’s a gift
And you give me some more of your drugs
Yeah, I’ll be your pet, if you just tell me it’s a gift
‘Cause I’m tired of “whys”, choking on “whys”,
Just need a little “because”, because

I let the beast in and then
I even tried forgiving it, but it’s too soon
So I’ll fight again, again, again, again, again
And for a little while more
I’ll soar the uneven wind, complain and blame the sterile land
But if you’re getting any bright ideas, quiet dear I’m blooming within

Fast as you can, baby wait watch me, I’ll be out
Fast as I can, maybe late but at least about
Fast as you can leave me, let this thing run its route

Fast as you can, fast as you can
Fast as you can, fast as you can »
*

**


* The text is based in the lyrics of Fiona APPLE’s “Fast As You Can” (When the Pawn…, Clean Slate/Epic, 1999, track 7) as they appear on the — excellent — internet lyrics-site Always on the Run. My alterations are little, but frequent and indiscreet: they consist in the italics, the bold characters and even in some actual changes in/to the words of the text.

** Image taken from the on-line edition of La jornada, February 7, 2007. I quote the newspaper’s caption « […] pareja sepultada en el periodo Neolítico de 5 mil a 6 mil años de antigüedad en el norte de la ciudad de Mantua. Elena Menotti […] dijo que lo más seguro es que se trate de un hombre y una mujer, aunque esto aún no se determina. Agregó que murieron jóvenes, porque […] están [casi] intactos y sin desgaste. » The abusive underlines and treacherous alterations to the text are my own.


I am, of course, no artist… but try to see this text(s)-and-image disrespectful collage as if it could be an installation.



Ciudad de México 20070320 1639 - 1 Nisan 5767

lundi, mars 12, 2007

“America Is Not the World”

«America, your head’s too big
Because, America,
Your belly’s too big
And I love you, I just wish you’d stay where you is
[...]
“It brought you the hamburger”
Well. America, you know where
You can shove your hamburger
And don’t you wonder
Why in Estonia they say
“Hey you, big fat pig
You fat pig, you fat pig”»
*


Tenía que ser dicho. En medio de una gira injustificada, al final de su régimen criminal de guerra y muerte (con serias dudas en torno de los procesos electorales en que ha sido electo y reelecto), el presidente de los Estados Unidos llega hoy a Mérida, la capital del estado de Yucatán en México.

La visita debió programarse en provincia, muy lejos de la capital y del centro del país —donde los disturbios y las protestas hubieran sido incontenibles—, en un estado de tendencia “oficialista” (en Yucatán la mayor parte del voto, en las pasadas elecciones federales, favoreció al partido que se hizo del poder) y, aún así, el sector sitiado de la ciudad —amurallado— recibe, según se cuenta, los constantes “ataques” de ciudadanos que protestan contra el visitante —y contra el anfitrión también, al parecer.

Sólo tres de los muchos atropellos a la legalidad tan invocada desde el poder instituido:

1) En la “zona de exclusión”, como cínica y alegremente la llama el desinformador J. López-Dóriga, patrullan agentes de seguridad mexicanos acompañados ilegalmente por el Estado Mayor gringo.
2) El presidente del vecino del norte parece venir sólo a provocar descontento y a alegar a favor de la venta de PEMEX al capital privado (al capital privado de la dinastía Bush, más precisamente), y a ocultar y favorecer sus planes ofreciendo dinero para el “combate al narcotráfico y al terrorismo”.
3) Mientras tanto el grupo en el poder planea seguir con esa supuesta lucha contra el narcotráfico (que es más una especie de sangriento espectáculo-cortina de humo-estafa a escala nacional), suprimiendo garantías individuales (y conquistas laborales) mientras se cubre con la bandera de la legalidad y de un estado de derecho inexistente.

«¡¡¡ AL DIABLO CON SUS INSTITUCIONES !!!»**


«Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve;
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones***


* Steven Patrick MORRISSEY, “America Is Not the World”, You Are the Quarry, 2004.

** Andrés Manuel LÓPEZ OBRADOR, discurso pronunciado en el Zócalo de la Ciudad de México el 1° de septiembre de 2006. El énfasis es mío.

*** Silvio RODRÍGUEZ, “Ojalá” (1969), Al final de este viaje, 1978. El subrayado, y el retorno que quiere implicar, son míos. Hasta donde yo sé, Silvio no considera ésta una composición política sino una canción de (des)amor. Sin embargo, en una suerte de etimología popular” musical, en México es un lugar común tomarla como una canción política con dedicatoria al gobierno de los Estados Unidos. Hay cuando menos un elemento en la canción —en la letra— que apoya, con cierta firmeza, una interpretación política. Desde esta lectura es interesante notar cómo, tanto en el caso de Morrissey como en el de Silvio, coexiste cierta fascinación por ese país con un decidido rechazo hacia el (abyecto) imperialismo estadunidense.




Ciudad de México 20070313 0412 - 23 Adar 5767

jeudi, mars 08, 2007

Pero el tiempo de espera es a veces tan duro como la mudanza misma...

« He did not think of himself as a tourist; he was a traveler. The difference is partly one of time, he would explain. Whereas the tourist generally hurries back home at the end of a few weeks or months, the traveler, belonging no more to one place than to the next, moves slowly, over periods of years, from one part of the earth to another. »*

*Paul F. BOWLES, The Sheltering Sky, London (?), John Lehmann, 1949, n/p.
Pr. F. BOTTON used this quotation as epigraph in a text that she kindly gave me to translate; I, of course, took it from there.




Ciudad de México 20070308 1659 - 18 Adar 5767

lundi, mars 05, 2007

In the Middle of a Working Night

(Esto no quiere salir en español, pero vamos a forzarlo)

Estoy de un neuras terrible. Todo, sin falta y sin excepción, tiene que salir —salir, o sea, ser terminado, concluido, redondeado... superado— este semestre. Por el momento, estoy intentando editar, para mañana, un artículo que no tiene ni pies ni cabeza... no es mío, es decir, es chamba (de la otra vamos... aunque más bien de la intermedia, que no no es propia ni es ajena). Son las 3 de la mañana, llevo tomando litros de café desde ayer (por despedir, una vez más, a una vieja y querida amiga que va y viene de una orilla a la otra y que afortunadamente, como el mar, siempre regresa) y entonces, desde la semana pasada, la gastritis a vuelto... y con una fuerza nueva (de hecho, es la primera vez que tomo medicamentos para la gastritis).

El viernes tuve que gritar varias veces a la gente que empuja en el metro (con excelentes resultados: comenzaron a comportarse como gente aunque fuera por un rato). Lo atemorizante es que nunca había tenido la necesidad de hacerlo —y no me gustó, aunque haya tenido buenos resultados.

Decía yo que en mitad de una noche de trabajo, corrigiendo lo que no tiene remedio, di algunos clics en la red, sólo unos cuantos (si reconociera que fueron más no podría con la culpa), y ahí estaba: nítida y perfecta, brillante... la maldita foto de un tipo disfrutando su cigarro (y sí, de veras, disfrutándolo).

Como antes, lo sentí detrás de mi garganta, delicioso; el humo en mi paladar y el sabor en toda mi lengua, en cada parte —el sabor profundo e intenso, dulce-amargo y caliente, fluyendo y deslizándose hacia la garganta. Sentí tibios los pulmones y empecé a salivar como perro; el corazón me latía fuerte y ya estaba sudando. Se me trabó la mandíbula en un rictus que todavía no pasa... De hecho, a estas alturas, hasta siento algo de dolor en la espalda y una picazón en el pecho. Juraría que si trato de correr, si subiera un miserable piso de escaleras, me faltaría sin duda el aire.

Amigos míos, he de confesar con melancolía que hoy hace exactamente dos meses que no fumo y por dios que lo extraño. Triste vacío el que deja aquello. Ya hablaremos de todo lo que tendrá que ser terminado sin la compañía entrañable del tabaco; quiero compartirlo porque suficientemente solo estoy sin una cajetilla como para tragarme los éxitos, los fracasos y las frustraciones de este... trayecto. Por todo esto, por esto-esto-específicamente, había que forzarlo en español.


Ciudad de México 20070305 0338 - 15 Adar 5767